En este hermoso pueblo medieval encontrará numerosos edificios históricos, acogedoras terrazas y tiendas de artistas.
Uno de los más bellos pueblos medievales (de artistas) de Francia, la joya de las bastidas. En 2014, fue elegido por los franceses como el pueblo favorito de Francia. Ejemplo perfecto de arquitectura urbana de principios del siglo XIII, el pueblo fortificado debe su nombre a la magnífica ubicación en la cima del Puech de Mordagne, por encima del valle por el que fluye el río Cérou.
En invierno, primavera y otoño, la ciudad suele sobresalir por encima de las
nubes y la niebla, por lo que en 1993 se cambió el nombre original de Cordes (en honor a la Córdoba española) por el de "Cordes sur Ciel".
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Cordes fue fundada en 1222 por Raimond VII, conde de Toulouse, a raíz de la destrucción de la adyacente St Marcel por Simón de Montfort. A finales del siglo XII era una ciudad con más de 5.500 habitantes. Tras la batalla de los cátaros en la región, Cordes entró en el siglo XIV en un proceso de florecimiento, sobre todo gracias al comercio del lino y el cuero. Las hermosas casas de estilo gótico se construyeron en este periodo.
En el periodo comprendido entre los siglos XII y XIV se fundaron en el suroeste de Francia más de 200 nuevas ciudades, Villeneuves. Se llamaba Castelnau si estaba cerca de un castillo, Sauvetat cuando se fundaba en un monasterio y Bastide, si en ese lugar en el momento de la fundación aún no había edificios. Como era el caso de Cordes, se trata por tanto de una fortificación
En el siglo XV se puso fin a la riqueza y prosperidad de Cordes por las guerras religiosas y dos epidemias de peste. En el siglo XVII se construyó el Canal du Midi en el sur de Francia y la principal ruta comercial a través de Cordes.
Cordes desapareció y se deterioró cada vez más.
Desde 1923, se han tomado medidas para salvarla de la destrucción y la ciudad está cada vez más habitada por artistas. En las hermosas casas antiguas han establecido sus estudios y han contribuido a la restauración de la
antigua ciudad. El ambiente medieval de la ciudad es evidente en todas partes. Hay demasiado que hacer y atracciones, por lo tanto, es mejor que lo vea usted mismo. Si tiene la oportunidad, merece la pena visitar el lugar durante las fiestas medievales que se celebran cada año en torno al 14 de julio.